martes, noviembre 24

Catarsis

Como hemos malgastado nuestro tiempo, afilando las lenguas para cortar más profundo. Acariciando el rencor que nos provoca ver nuestra propia sombra. Tomando sedantes para aplazar los espasmos del sufrimiento compartido, derramando lágrimas sobre los recuerdos rotos.

No podemos aplazar las consecuencias del desprecio, no me es posible olvidar que te llevo dentro, el peso del recuerdo quiebra mi columna vertebral, pierdo el pilar de mi existencia. Tu presencia se hace protagonista de mis pesadillas. Te mueres y vuelvo a renacer.

A ti, que cada noche acechas el umbral de mi inconsciente, tu que tratas de sabotear mi alegría, mi felicidad compartida. A ti, con quien lucho día a día para vencerte en el esgrima de palabras hirientes a las que cada vez soy menos vulnerable.