martes, febrero 22

Hoy es noche de sombras


Hoy es noche de sombras
de recuerdos-espada
la soledad me tumba.
Nadie que aguarde mi llegada
con un beso
y un ron
y mil preguntas.
La soledad retumba.
Quiere estallar de rabia
el corazón
pero le brotan alas.

De Claribel Alegría.

Eres recuerdo


No sé si con tu muerte
has quedado a la zaga
¿eres recuerdo?
o has dado un salto repentino
que yo tendré que hollar
hasta alcanzarte.


De Claribel Alegría.

Llegué a visitar al poeta


Llegué a visitar al poeta
Exactamente al mediodía, un domingo.
En el cuarto espacioso reinaba el silencio
Afuera, en la calle, hacía frío.

Un sol agradable se paseaba
Sobre el tupido humo grisazul...
El poeta me miraba fijamente,
En silencio, como un gran anfitrión.

Es mejor ser cuidadosa
Y no mirar nunca a sus ojos;
Son ojos tan extraños
Que jamás se pueden olvidar.

No olvidaré ese encuentro
Aquel brumoso mediodía de domingo
A las orillas del Neva
En una casa grande y gris.
De Ana Ajmatova.

Otoño


¿Qué estoy haciendo ahora,
varada en mi ventana,
mientras un nuevo otoño
incendia los pinares
y derrama en mi mesa
su dulce llamarada?

(Y tu piel allá lejos,
y tu boca temprana)

¿Y por qué este inventario
de ardores y de inviernos,
de la sed y del agua?

(Y tu risa perfecta.
Y tu boca lejana...)


En la soledad espesa
de esta noche de octubre
una puerta se abre...
Tal vez sea sólo el viento.
Seguramente, nadie.

Tal vez sólo la lluvia,
penetrante y cercana,
con sus húmedos dedos
llamando en mis cristales.

Tal vez sólo el crujido
con que se ensaña el tiempo
sobre la piel opaca de las fotografías

Tal vez nunca se abra
la puerta del deseo.

Mas tal vez esta noche
de octubre suntuoso
se produzca el milagro.

(Y ni yo sé decir
el milagro que espero...)


De Isabel Rodríguez Baquero.