lunes, noviembre 30

Vincent



Vincent Malloy tiene siete años,
es un niño amable pero algo huraño.
Es bueno, obediente y muy educado,
pero él quiere ser como Vincent Price, su ídolo soñado.
No le importa vivir con su perro,
su gato y su hermana,
aunque preferiría compartir casa con murciélagos y arañas.
Allí jugaría con los horrores que ha inventado
y vagaría por los oscuros pasillos, solo y atormentado.
Cuando viene su tía, Vincent parece un cielo.
Pero se imagina sumergiéndola en cera hirviendo para su museo.
Hace experimentos con su perro, Abocrombie
con el fin de crear un horrible zombi.
Con ese espectro terrorífico para los hombres,
buscaría sus víctimas por la niebla de Londres.
Pero él no solo piensa en crímenes violentos,

Vincent pinta, y de vez en cuando lee cuentos.
Mientras otros niños leen tebeos de acción
a Vincent es Edgar Allan Poe quien llama su atención.
Una noche, cuando leía una historia horripilante,
algo le hizo palidecer al instante.
Con tamaño disgusto su vida quedó derrumbada,
pues su bella esposa viva fue enterrada.
Debía cercio
rarse de que había muerto,
e intentando desenterrarla destrozó las flores del huerto.
Su madre lo envió a su cuarto como castigo,
desterrado en sus sueños a la torre del olvido.
Sentenciado a pasar el resto de su vida
con el retrato de su amada que fue enterrada viva.
Y mientras lloraba sumido en la desesperación,
apareció su madre en la habitación.
Le dijo: "Si quieres puedes salir a jugar.
Hace un día estupendo, lo puedes aprovechar." Vincent trató de hablar pero no pudo,
los años de aislamiento lo volvieron casi mudo.
Así que cogió su pluma y se puso a escribir:
"Estoy poseído por esta casa, nunca volveré a salir."
Su madre le contestó: "Ni estás poseído ni estás medio muerto,
este juego tuyo es solo un invento.
Eres Vincent Malloy, no eres Vincent Price
y no estás loco ni atormentado, ¡caray!
Tienes siete años y eres mi hijo,
vete a jugar con otros niños, ¡te lo exijo!" Y tras este toque de atención abandonó la habitación.
Pero cuando vincent trató de sobreponerse
las paredes empezaron a moverse.
Crujían, temblaban, y su horrible locura la cima alcanzaba.
Vio a Abocrombie, su terrible esclavo,
y su mujer lo llamaba desde el otro lado.
De la tumba nacían sus ecos
y de las paredes surgían manos de esqueletos.
Todas las desgracias que sus sueños atormentaban
entraron en su vida mientras él gritaba. Trató de escapar, de huir del horror,
pero su mustio cuerpo se derrumbó por el dolor.
Y débilmente, casi sin voz, recitó El Cuervo de Edgar Allan Poe:
"Y mi alma, de esa sombra, que allí flota fantasmal,
No se alzará... nunca más."

Vincent Malloy fue el primer corto del célebre director Tim Burton, rodado en 1982, escrito y dirigido por el mismo Burton y producido por Rick Heinrichs.Vincent

Una vida sin vos.



En el demoníaco tiempo que obstruye…y que resaltas.
En las cavernas más altas
Donde duermen los sueños, temerosos y furtivos.
En el umbral de los motivos
Donde los años y papeles coaccionan,
Donde las decisiones las toman
Las sociedades espurias, soberbias y esquemáticas.
En la estrategia matemática
De la vida organizada,
En que las formas del amor
Se van transformando en fórmulas
(Status, bienestar, disconformismos)
Donde el temblor de ellos mismos
Ya no mueven corazones.
En el cristal de las razones
Donde todo parece insoslayable.
En el céfiro loable
De tus ropas con botones
Donde no existen algodones
Que impidan las formas de tu andar impávido.
En los espejismos áridos
De las transgresiones simultaneas
Donde se gastan las ganas
Con actitudes perversas
Donde se quiebran las reglas
A escondidas de los otros.
En éste mundo en que nosotros,
Propietarios de los miedos,
Intelectuales del silencio,
Conocedores de lo concreto
Imaginarios amantes de lo abstracto.
En éste mundo en el que trato
De liar tu corazón a tu cabeza
Siento que como nunca, me pesa
Tener abierta una herida.
Siento como jamás, que me pesa
Tener sin vos… una vida.-

Walter Faila

Tiendo mi cuerpo...

Tiendo mi cuerpo sobre las maderas agrietadas por las lágrimas, huelo la linaza y la sombra.
.
Ah la morfina en mi corazón: duermo con los ojos abiertos ante un territorio blanco abandonado por las palabras.

Antonio Gamoneda
(De su poemario " El libro del frío")