miércoles, febrero 16

Desafío a la vejez


Cuando yo llegue a vieja
- si es que llego -
y me mire al espejo
y me cuente las arrugas
como una delicada orografía
de distendida piel.
Cuando pueda cortar las marcas
que han dejado las lágrimas
y las preocupaciones,
y ya mi cuerpo responda despacio
a mis deseos,
cuando vea mi vida envuelta
en venas azules,
en profundas ojeras,
y suelte blanca mi cabellera
para dormirme temprano
- como corresponde -
cuando vengan mis nietos
a sentarse sobre mis rodillas
enmohecidas por el paso
de muchos inviernos
sé que todavía mi corazón
estará - rebelde - tictaqueando
y las dudas y los anchos horizontes
también saludaran mis mañanas.
De Gioconda Belli