lunes, agosto 16

La Chica de la maleta.


Esta fría mañana tan cerca de diciembre
no tomé el desayuno, no he leído el periódico,
no me metí en la ducha después de la gimnasia
(esta oscura mañana no quise hacer gimnasia)
no subí la persiana para asomarme al cielo
ni he mirado en la agenda las promesas del día.
Esta dura mañana con su duro castigo
he roto algunas cosas que mucho me quisieron
y salvé algunas otras porque duele mirarlas.
Me estoy haciendo daño esta mañana fría,
quisiera destruirme sin salir de la cama
o encontrar la manera de dormir un momento.
Cuando menos lo esperas, suele decir la gente,
la sorpresa aparece con sus dientes de anís.
Cuando menos lo esperas, si te fijas un poco,
verás que el aire lleva gaviotas y mensajes...
mas ya no van conmigo esos viejos asuntos.
El aire arrastra lluvias y tristezas heridas
y yo no quiero verlo cruzar como un bandido
tan guapo y tan azules sus ojos venenosos.
Esta fría mañana tan cerca de diciembre
cuando rozan los árboles de puntillas las nubes
junto a tanta miseria, tan helada ternura,
yo dejo mi impotencia, mi personal naufragio
entre estos blancos pliegues olvidado...
Aunque mi cuerpo caiga doblemente desnudo
en ese traje roto que luego es un poema.
Aunque otro sueño baje su luz por la almohada
y ya no te despierte mi voz en el jardín.

De Angeles Mora.

Nosé


No me encuentro
no me hallo
no sé
No me resisto
debe ser el calor
tal vez el frío
No me trago no me paso
parezco mi enemigo
Me pregunto por mí
si alguien me ha visto
Jim Morrison me alcanza
con su disco irrompible
Quisiera pedir disculpas
sentarme en la última banca
apagarme como foco
tirar en el ring la toalla
No sé qué hacer con usted
dónde esconderle
No sé sí me comprende
pero sé que me rabia
No sé sí me bebe entera con el vino
No sé sí usted me escupe
y le caigo en la cara

De Ana María Iza.