jueves, marzo 24

Si preguntan por mí...



Si preguntan por mí...
diles que salí a cobrar la vieja deuda

que no pude esperar que a la vida

se le diera la gana de llegar a mi puerta.
Diles que salí definitivamente
a dar la cara
sin pinturas
y sin trajes el cuerpo.
Si preguntan por mí...

diles que apagué el fuego,

dejé la olla limpia y desnuda la cama,

me cansé de esperar la esperanza

y fui a buscarla.

Diles que no me llamen...

Quité el disco que entretenía en boleros

el beso y el abrazo
la copa estrellé contra el espejo
porque necesitaba convertir
el vino en sangre
ya que jamás se dio el milagro

de convertirse el agua en vino.

Si preguntan por mí...

diles que salí a cobrar la deuda

que tenían conmigo el amor,

el fuego, el pan, la sábana y el vino,
que eché llave a la puerta
y no regreso.
¡Definitivamente diles que me mudé de casa!


De Beatriz Zuluaga

Esta nostalgia


Este sueño que vivo,
esta nostalgia con nombre y apellido,

este huracán encerrado tambaleando mis huesos,
lamentando su paso por mi sangre...
No puedo abandonar el tiempo y sus rincones,
el valle de mis días está lleno de sombras innombrables,
voy a la soledad como alma en pena,

desacatada de todas las razones,

heroína de batallas perdidas,
de cántaros sin agua.

Me hundo en el cuerpo,
me desangro en las venas,

me bato contra el viento,

contra la piel que untada está a la mía.

Qué haré con mi castillo de fantasmas,

las estrellas fugaces que me cercan
mientras el sol deslumbra

y no puedo mirar más que su disco

-redondo y amarillo-
la estela de su oro lamiéndome las manos,

surcándome las noches,
desviviéndome,
haciéndome desastres...

Me entregaré a los huracanes

para pasar de lejos por esa luz ardiendo.

Estoy muriéndome de frío.



De Gioconda Belli