jueves, noviembre 26

El Olvido

El olvido es la resaca de la felicidad y el amor de los vencidos. El olvido suele tener rasgos de tragedia, porque olvidar es avanzar en la ausencia, es adentrarse en la senda del pasado y no querer dejarlo. Porque las edades tienen sus estaciones como los trenes, y éstas se abandonan a cada movimiento, porque el tiempo es inalterable, porque nadie puede detener nuestro paso. Olvido es alejarse. Alejarse en tiempo y en espacio, en días, colores, canciones, abrazos y sonrisas. El olvido es aprender a morir con el pasado, y lo que queda es lo en lo que te has convertido... Olvido también es una forma de amar. Amar tanto hasta olvidarse de uno, de tu familia, de tu tristeza, de tus libros, de tus palabras. El olvido, el desapego, la renuncia, el vacío. Pero al mismo tiempo, el olvido es una cura. El olvido es una forma de acercarse al otro lado. El olvido es un salto, una forma de no intentar perdurar en esos recuerdos. Quizá las palabras aquí escritas ofrezcan confusión, como mi corazón confundido, pero espero que animen a entender un camino, la búsqueda de un nuevo amor. Yo quiero olvidar la tristeza, olvidar mi nombre y encontrar mi esencia. Y no quiero hacerlo sola, sino rodeado de pronombres que se completen. Olvidar para crecer... y siempre crecer en amor.