viernes, septiembre 3

Salvaje


Salvaje como el viento,
y arisca, y triste...
a veces como un rezo a la muerte,
y otras veces dichosa,
y transparente,
y otras veces turbia
como esos charcos
donde nadie bebe...
Naranja salvaje, verde agria,
y otras veces dulce,
roja por dentro
como tal vez fueran
algunas de las que rezuman en el monte
y nadie prueba.
Salvaje,
como mi cabello de batalla de insomnio,
como mis uñas mordidas
como mis cejas rebeldes,
y otra vez tierna con la voz ausente.
Salvaje,
como la garra en la que estrujaría mi corazón
cuando se encierra en víscera.
Como la despavorida coraza de la selva.
Como el tigre
en disentida mancha tras la presa.
Como el asombro de Adán
ante el rostro espiral de la tormenta.
Como mi deseo
si alguna vez se despertara
y no hallara la multitud en torno.
Como el gozo que entrecierra mis ojos
y abre las puertas de mi grito de par en par.
Como el dolor que me atraviesa
con sus crines mordidas por el fuego.
Con el infinito miedo de mis noches
poblándose de monstruos.
Como mi impulso frenético
de golpear o besar,
y a veces recogida
como un murmullo al sol,
y a veces abandonada
y a veces abandonada
y quieta
como la certeza del amor,
y silenciosa,
como la alcoba de mis horas
entreabriendo furtiva a la sorpresa.
Salvaje como mi audacia,
y otras veces
miedosa y tímida y cubierta,
y otras veces
con la impudicia latiendo a flor de ropa.
Salvaje deshaciéndome de mí misma,
y aullando y resonándome
despedazada y estremecida
y tensa
entre el lino dormido de las sábanas.
Fruta roída, y otras veces intacta,
semilla, pulpa, zumo,
toda guardándome para la augusta nada.
Naranja salvaje, verde, agria,
con dolor de colores en la cáscara,
y algunas veces dulce,increíble
y algunas veces,
cuando nadie me prueba,
miel y lágrima.

De Matilde Alba Swann

En este día de lluvia...


Un gris limpio, monótono, inasible,
en este día de lluviay cielo enfermo,
el corazón del agua está soñando
con bandadas de pájaros de vidrio,
y en la rama otoñal, junta la ausencia,
luces mojadas, y voces de aluminio.
Hay como un gato gris rondando en torno,
así de blando,asíde ojo amarillo.
Es casi tarde, mi niñez descalza,
viene a buscarme por un largo río,
bajo un mar vertical deshilachado,
y un silencio de océano dormido.
Salgo a su encuentro, quedo de su mano,
me desnudo en su piel, líquida cuna,
vuelvo a mi antiguo manantial,
deshago, gota a gota, pausada, mansa, muerta.
Bajo un llanto de techos castigados,
somnolientos, reencarno, soy de lluvia.

De Matilde Alba Swann